ENCUENTRO EN LA QUINTA DIMENSION

Es la historia de un piloto español que se encontraba en la Antártida  con sus compañeros donde no podían traspasar ciertas coordenadas, porque se entraban ubicados en un zona muera, que es el área donde los instrumentos electrónicos empiezan a fallar debido a una anomalía electromagnética y justo en ese momento observan un cubo que flotaba, retumbó un poderoso sonido similar al de un trombón, se abrió una especie de puerta y al instante emergieron desde allí tres luces. Luego, percibieron calor en el ambiente y hasta notaron que había polen sobre el helicóptero. Poco después se percataron de que las tres luces en realidad correspondían a tres “siluetas”, las cuales se fueron acercando más y más hasta llegar a aproximadamente, 50 metros de distancia. Las siluetas tenían forma humana y estaban cubiertas por capas con capuchas. El terror se apoderó de ellos cuando notaron que los seres no eran de carne y hueso, sino que estaban constituidos solo de luces con colores azules y anaranjados.

Según lo relatado por Carles Tora, pronto sucedió algo aún más extraño: Dichos seres entablaron comunicación telepática con ellos pidiéndoles expresamente decirles a sus jefes que no volvieran a mandar equipos expedicionarios hasta esa zona, pues ya se lo habían advertido anteriormente y le dejaron un gran mensaje de que todo habitante de este planeta debiera entender que es capaz de lograr cualquier cosa que se proponga. Para Torà, esa había sido la verdadera misión que tuvo Jesús hace 2000 años: indicarle a la humanidad que cada uno puede forjar su propio destino, ya que fue hecho a imagen y semejanza de Dios (también somos “creadores”).